Es muy
posible que en algún momento de tu vida hayas escuchado que no debes
tronarte los dedos porque se te pueden enchuecar, o más técnicamente, te
puede ocasionar artritis; o también, puedes ser tú quien viva
recordándoselo todo el tiempo a alguien. Pero… ¿sabes realmente si es
malo?
El
tronarse los dedos es una práctica muy habitual, sobre todo porque lo
hacemos para liberar tensión, o porque simplemente ya lo hacemos de
manera inconsciente.
Sin
embargo, diferentes estudios indican que es muy peligroso, en especial,
cuando se busca de manera voluntaria, es decir, cuando insistimos en
escuchar el crujir de los huesos, lo que nos lleva a intentarlo varias
veces hasta lograrlo.
Por lo
tanto, esta práctica está muy lejos de liberar tensión articular
(liberar cansancio articular), ya que se derrama un lubricante natural,
conocido como líquido sinovial, que existe para evitar el roce.
Al
manipular tus dedos, el espacio entre las articulaciones crece, por lo
que los gases que se disuelven en el líquido sinovial (líquido que cubre
y protege las articulaciones) forman burbujas. Cuando las pequeñas
burbujas se unen, forman otras de mayor tamaño, que “revientan” cuando
entra más fluido entre esos espacios.
Ahora
que ya conoces los riesgos que conlleva esta habitual práctica, debes
pensar muy bien si quieres seguir haciéndolo, o dejar de hacerlo
definitivamente.